Mujeres a bordo

Hay diferentes tipos de mujeres que viajan en un transporte público todos los días. 

• Está la que se hace la distraída y piensa que delante tuyo termina la fila del colectivo…  
• Hola!!! Estoy acá. Existo! 
• Está la que levanta a upa al nene de casi 10 años, con el solo objetivo de que vos, que conseguiste el asiento en la parada anterior, te levantes y se lo des (obviamente el nene después va parado mirando por la ventanilla y la madre muy cómoda sentada en tu lugar). 
• Está la mujer arreglada, que son las 6 de la tarde, el subte lleno que no entra nadie mas, y ella se baja en la estación Pueyrredón de la Línea B impecable como si fueran las 7 de la mañana. Y yo toda transpirada, muerta de calor y queriendo llegar a casa a ponerme el short… porque una vez que entro a casa, no salgo mas!!! 

• Está la chica que usa el subte para estudiar. ¿Cómo haces? Tenes a uno al lado tuyo durmiendo como si estuviera en su cama y del otro lado una señora que reventó la tarjeta en Falabella, viene uno que vende lapiceras y te la deja sobre la fotocopia, la voz de la señorita que te anuncia “Estación Catedral, descender por el lado derecho”, adelante se paró un señor que el desodorante lo abandonó, otra vez aparece el de la lapicera y se la lleva, y por si esto fuera poco, sube un chico que en la casa le dijeron que se parecía a Abel Pintos… “Te voy a amar, y me amarás”. (No lo quieren en la casa?? Nadie le dijo que solo la cara tiene parecida a Abel?) Y con todo esto, hay chicas que estudian… Cómo hacen?? 
• Está la mujer peleadora. Esa que está esperando el momento para discutir. ‘Hora pico + corte de piqueteros en la 9 de julio = empujones en el subte’. Y se escucha la voz que siempre parece en estos casos… “Pueden dejar de empujar???”. A lo que automáticamente todos la miran porque todos tienen el mismo derecho de viajar. Y esa mirada es la chispa que necesitaba para encender como pasto seco en pleno enero. -¿Qué me miras? No tengo aire! ¿No te das cuenta de que me estás pisando?-. Y no es una cuestión de género. No importa de quién viene la mirada. Ella salta… Y ojo si alguien la intenta callar. –Callate, qué?? Yo no me cayo nada. No suban más!!! No entramos.- Es más… alguna puede agregar algún condimento “insultivo” que no voy a reproducir pero todos sabemos… No sé por qué pero la madre siempre está presente. 
• Está la mujer que “estudia el mercado” sobre todo en el colectivo. Dos o tres paradas después que sube hay un colegio. Se para al lado de la chica con el uniforme. Y listo… donde se bajó… ASIENTO ASEGURADO!! Ojo!! Que no te toque la mamá con el nene de 10 años a upa. 
• Está la deportista. La que sube las escaleras mecánicas como si fueran fijas y la que sube la fija de a dos escalones. Y vos que por dentro renegas contra Larreta porque tendría que haber puesto todas escaleras mecánicas. 

Pero están ahí… todas!! Yendo a trabajar o volviendo a su casa. Llevando al hijo al colegio o yéndolo a buscar a inglés. Saliendo con amigas o con su marido. Volviendo de la facu o con ganas de descargar en el gimnasio. Son todas diferentes pero tienen algo en común… somos MUJERES.